Este 17 de noviembre, se cumplieron 39 años de la vuelta de Perón a la Argentina tras un largo exilio. Aquella jornada dejó una huella imborrable en la historia del país.
El 17 de noviembre de 1972 a las 11.20 aterrizó en el aeropuerto el DC-8 Giuseppe Verdi de Alitalia que trasladaba a Juan Domingo Perón. Casi como en una metáfora de la realidad, la acción también puso fin a un largo viaje de proscripción, persecución y muerte que había comenzado 17 años antes con la Revolución Fusiladora.
La vuelta del general no paso desapercibida para nadie. Como en 1945, cuando los descamisados colmaron la Plaza de Mayo exigiendo su liberación, ese día el pueblo también colmó las calles, esta vez, celebrando el regreso del líder.
Así nació el “Día del Militante”, en recuerdo a los miles, millones, que no bajaron los brazos en ningún momento. Que hicieron frente a la censura y la agresión ejercida desde el Estado. Que respondieron al odio con amor. Que nunca dejaron de creer que el mejor proyecto posible para el futuro de la Argentina había sido y seguiría siendo siempre el nacido del campo nacional y popular.
Hoy, en homenaje a ellos, pero también a todos los que durante la traición de los 90’ y la apatía posterior esperaron por una nueva llegada de Perón, todos celebramos un nuevo día del militante. Con la misma pasión y entusiasmo de los que colmaron la plaza y de aquellos que 17 años después invadieron el aeropuerto de Ezeiza.
Sabiendo que la militancia hoy esta más viva que nunca. Que las banderas de Perón y Evita están más vigentes que nunca desde la llegada de Néstor y Cristina. Sí, porque como repite una y otra vez nuestro vicegobernador electo, ¡“Néstor es el Perón de nuestro tiempo”!
Las netbooks de Cristina son las máquinas de coser de Evita, el derecho a la educación gratuita de los gobiernos de Perón es el incremento en el presupuesto destinado a Educación, la asignación universal por hijo no es otra cosa que adecuación presente de aquella Justicia Social y el pago de la deuda externa el correlato de aquella incesante búsqueda de Independencia Económica.
Por eso hoy ser peronista es ser kirchnerista y ser kirchnerista es ser peronista. La continuidad del proyecto está asegurada por nuestra Presidenta, a quien le sobra coraje para seguir profundizando el modelo durante los próximos cuatro años, como hace casi cuarenta a Perón “le dio el cuero” para volver a liberar a la Patria.
En nuestro día un abrazo para todos los compañeros, para los militantes, ¡para los peronistas! Para todos los que creemos que la cultura nacional y popular no muere nunca, que puede parecer detenida por la tilinguería, la traición y la agresión, pero que siempre avanza, a veces contramano, y brinda desde las entrañas mismas de la tierra los lideres necesario para seguir hacia delante.
Autor: Corriente CNP
17 de noviembre
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